Las Descalzas, piano, flautas, cinta y video (2023)
Notas de programa
Las Descalzas pisan el suelo pero parecen volar sobre las superficies como aladas, alzándose para luego posarse sobre los sonidos y los dispositivos en las que son expertas. El piano y la flauta son los justificativos para que surja el diálogo con los sonidos, la imagen, el tiempo y el espacio. Espacio atemporal que las sitúa en esta sala pero que las puede llevar a recorrer otros espacios al mismo tiempo en la que sólo ellas son capaces de entrar y entreabrirnos la ventana para que nos asomemos asombrados y gozosos tan sólo por un momento.
Julia Mann y Rosario Castillo surcan el espacio-tiempo de los sonidos y le dan vida a esta obra, Las descalzas, que es un llamado work in progress porque en su génesis está el aporte, las inquietudes, los diálogos y las consultas permanentes con el compositor. Y porque además, no está terminada. Hoy se presentan las dos primeras piezas: una con video y música, y la segunda con música en vivo. La obra completa se sigue elaborando en un espiral creativo de cambios, devoluciones y diálogos. Pronto estará terminada.
El video muestra como en la delicadeza y belleza de los pies desnudos podemos apreciar el mundo. De los pies bailadores y juguetones a los otros, sucios, lastimados y ajados; todos estos nos recuerdan la belleza y la fragilidad de la humanidad en un continuo en el que todo se une y se conecta.
La parte instrumental tiene un carácter pesado y denso, como se indica en la partitura para el tempo: Lento, pesado y calmo como la cubierta de una barcaza llena de ataúdes sobre un mar tranquilo. Una noche de luna resplandeciente de claridad. En esta atmósfera surge la flauta como un nuevo relato que abre un espacio fresco a la noche lunar y, con sus claroscuros, descubre (de dejar al descubierto) el diálogo con el piano. La flautista también acciona sobre el piano porque la continuidad es total y el sonido, en su amplio y pequeño concepto, sirve de excusa para el relato musical.
Como sugerencia final para disfrutar de la obra y, porque no de la vida: No cuenten, no midan el tiempo. Él sabe muy bien cómo hacerlo solo. El Dúo Quizás hará lo mismo.
Daniel Federico Arana